domingo, agosto 22, 2010

...Una Foto... Capítulo 21: Melancólico Fin de Semestre

Darío no creía que lo que acababa de escuchar fuera real; se puso de pie y corrió desesperado al auto de Sofía, donde estaba su teléfono móvil, quería llamar a Corina, escuchar su voz, despertar de la horrible pesadilla.

Al tomar por fin su teléfono entre sus manos y  antes de que pudiera hacer cualquier cosa, notó que tenía un mensaje de texto sin leer. El chico rogaba que fuera de su novia, y así era. El mensaje estaba conformado por dos simples palabras. "Por Siempremente". Y había sido enviado por la mañana, unos par de minutos antes del terremoto. Darío no tenía ni idea de como Corina había logrado escribir dicho mensaje. Lo único que sabia ahora es que lo que había escuchado en el televisor era verdad, el alma le dolía, sentía que habían arrancado una parte de él. Corina había muerto.

Los siguientes días siguieron las obras de rescate y limpieza. Las calles olían a desgracia, se percibía la tristeza y la muerte. Hubo zonas muy afectadas, habían otras que apenas y habían recibido el  impacto del terremoto. Sería largo el proceso de recuperación.

Darío asistió a la despedida de Corina, no sabía si era buena idea pero quería estar ahí, con ella. Distinguió a la madre de Corina, era muy parecida a la chica. Un joven alto, de tez blanca y lacio cabello negro acompañaba a la señora a todos lados. Darío no tardó en descubrir que el chico era Mauro, quien a pesar de tener y algunos meses de no ser nada de Corina, seguía siendo presentado ante todos como el abatido novio de la chica. Darío no tuvo más remedio que presentarse como un amigo y después de poco rato de estar ahí, se marchó.

Había pasado ya una semana del terrible suceso y poco a poco la atareada vida en la ciudad retomaba su curso. El primer día de clases después del terremoto el director dio un solemne discurso en honor a los alumnos fallecidos en el terremoto.

"Hoy hemos decidido retomar el camino, algunos de nuestros estudiantes se han ido para no volver jamás y dejar sus sueños y metas sin cumplir. Es una verdadera pena que los estudiantes de Diseño de Interiores visitaran el museo aquel día, pero debemos entender que cada uno de nosotros tenemos una razón de estar en este mundo y tal vez, sólo tal vez ellos cumplieron su cometido en la vida a pesar de ser tan jóvenes. Hoy regresamos a las aulas, pero hagámoslo con dedicación, esfuerzo y responsabilidad, así al cumplir nuestros sueños y metas, estaremos cumpliendo también las de nuestros fallecidos alumnos, compañeros y amigos."

Terminado el discurso del director los estudiantes se dirigieron a sus clases....

Llegó el Martes, Darío y Sofía asistieron al Taller de Fotografía, el chico aun estaba muy afectado, ver el estudio le recordó a Corina, sintió como un nudo se formaba en su garganta.
-Darío, se que no es el momento, pero si no te doy esto las iban a desechar, creí que preferirías conservarlas- dijo el profesor al chico mientras le entregaba unas fotografías. Todas eran fotografías que Corina había tomado y al final, se encontraban las fotografías de la Darío y la chica besándose, ese exquisito y diferente beso que había sucedido hace tan sólo unos días y que jamás volvería a sentir.

Cuando volvieron al apartamento Darío sacó las fotografías y le contó lo sucedido a su amiga Andrea, la chica los visitaba muy seguido desde lo sucedido. -Ese viejo profesor está loco "creí que preferirías conservarlas". Quien va querer conservar esto- dijo el chico aventando las fotografías al piso. Andrea se  levantó de su silla y se dirigió a la que antes era su habitación, donde ahora solo estaban sus muebles De su buró sacó unas fotografías y regresó con ellas en mano.-Una vez me dijiste que las fotografías son lo único que nos sirve para recordar, tanto lo bueno como lo malo, tanto lo dulce como lo amargo. Se que estás desecho por lo que le sucedió a Corina, pero esas fotos son lo único que queda de su relación, que aunque tuvo un terrible final es la mejor que has tenido desde que te conozco, sabemos que te dolió y que tardarás en superarlo, pero cuando eso suceda puedes arrepentirte de haberte desecho de ellas, consérvalas Darío. - y diciendo esto Andrea le mostró a su amigo las fotos que tenía en la mano. Eran las fotografías que él mismo le había dado a su amiga, donde la chica aparecía con Luis Alcázar. -¿Lo Recuerdas Darío? creo que cuando me diste esto tenías mucha razón, no me hagas creer que lo que me escribiste en esa nota solo eran palabras vacías para sentirme mejor.- dijo Andrea refiriéndose a la nota que venía en el sobre el día que su amigo le entregó esas fotografías. Después de unos minutos el chico recogió las fotos de Corina del piso y apretándolas fuertemente a su pecho lloró como no había podido hacerlo en muchos días. Era un llanto amargo, lleno de dolor y melancolía. Sus amigas se acercaron a él y lo abrazaron fuertemente.




Diciembre llegó con un frío invernal, las Navidades se acercaban, pero la calle lucía lúgubre. Era de esperarse por lo sucedido que esta sería una tranquila y pálida Navidad en la ciudad. En la universidad las clases estaban a tan solo dos días de terminar. Para los estudiantes de último semestre esos días estaban llenos de presiones y trámites, después de casi cinco años de estudio continuo por fin alcanzaban la tan añorada meta.






-No puedo creer que ya hayamos terminado- dijo Sofía uno de los últimos días que disfrutaban sentados los tres amigos en la banquita de siempre. -Yo tampoco, parece que fue ayer cuando decíamos que nuestra amistad duraría hasta último semestre- le respondió Andrea a su amiga. Darío estaba pensativo. -¿Qué tienes Darío?- preguntó Andrea a su amigo. - Siempre pensé con la Fiesta de Graduación, Corina sería mi pareja. No tengo ánimos de asistir, pero es mi graduación y nunca más podré volver a vivirla- contestó el chico a su amiga. -No es obligatorio que lleves pareja- dijo Sofía a Darío. -Además estoy segura que a Corina le encantaría que asistieras- acompletó Andrea.  Los tres amigos siguieron platicando y Darío tomaba fotos a su universidad. Pronto en esas paredes no quedarían más que recuerdos y vivencias de los tres amigos.

Darío estaba indeciso, sabía que quería asistir a su graduación, pero pensaba en Corina y los ánimos se le iban al suelo. Tenía buen tiempo para pensar ya que, dadas las circunstancias, la fiesta de graduación se había aplazado hasta después de Las Navidades... Esperen pronto el capítulo 22...

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