martes, agosto 10, 2010

...Una Foto... Capítulo 15: Sorpresas, Pláticas, Confesiones, Reconciliaciones y Peticiones.

El Domingo por la noche, antes de que Darío llegara al apartamento alguien tocó la puerta. Cuando Sofía abrió, lo primero que logró ver fue un soberbio ramo de rosas rojas.-¡Sorpresa!- era Héctor, la situación era realmente incómoda, después de ese beso en las escaleras del edificio la pareja se había visto tan sólo tres veces; habían pasado dos meses ya desde aquel beso y aun no tenían una relación seria. La chica ya había pensado por  varios días en Héctor y en la solución a su distante relación.

-Héctor, que bueno que veniste, tenemos que hablar- dijo la chica seriamente mientras ponía en agua las rosas que el chico le había regalado.- El motivo de mi visita es el mismo, es importante que hablemos- dijo Héctor mientras se sentaba en el sofá.

-Verás, se que estas semanas hemos estado bastante distantes, pero creo que si los dos ponemos de nuestra parte podemos mejorar las cosas- dijo Héctor mientras en sus bolsas buscaba algo. Sofía estaba a punto de cortar la inspiración del chico y decirle que era mejor terminar por lo sano, pero el chico se apresuró a hablar y sacó una pequeña tarjeta de su bolsillo.-Así que empezaré a poner de mi parte, esta tarjeta es una exclusiva reservación para ocho personas al mejor club de la ciudad; se que tu cumpleaños está cerca y que mejor manera de festejarlo que juntos y en el mejor lugar- Sofía agradeció a Héctor, pero en sus pensamientos libraba una batalla, creía que ya no era adecuado seguir teniendo una relación con el (si es que a eso se le llamaba relación) y por otro lado, no podía desilusionar al chico que tanto se había esforzado por ser de su agrado. Así que, dudando de hacer lo correcto, aceptó la invitación a festejar su cumpleaños.- Yo sólo llevaré a  un amigo, con el somos tres, puedes llevar a quien tu quieras, recuerda solo podemos ser ocho- dijo Héctor cuando se despidió de la chica.

A los cinco minutos de que Héctor se había marchado llegó Darío quien encontró a su amiga en la cocina; platicaron de su día y ambos se sorprendieron de lo que les  había sucedido. -Entonces ¿No lo pudiste  cortar? ¿Y Ahora?- preguntó Darío a su amiga. -Pues esperaré a que pase mi cumpleaños, no puedo despreciar su invitación , me imagino que fue difícil que la consiguiera, pasando mi cumpleaños hablaré con él, pero y tú, ¿Qué eres de Corina? ¿Son Novios? ¿Están Saliendo? ¿O Qué?- preguntó Sofía con desconcierto a su amigo.- Pues eso es algo que no te puedo contestar porque ni yo mismo lo sé- era verdad, Darío aun no sabía que pasaba entre él y Corina, sabía que la chica le agradaba y mucho, pero también sabía que por más que le doliera Isabella seguía clavada en su pecho como una daga que lastimaba a su corazón.

Para el martes al medio día Darío aun no hablaba con Corina y Sofía pensaba en los invitados a su cumpleaños, solo cinco invitados. -Me gustaría que Andrea fuera con nosotros al club el día de mi cumpleaños- le comentó la chica a su amigo cuando la vieron sentarse a un par de banquitas de donde estaban ellos. -Pues porque no vamos, y le dices, creo que es hora de que arreglemos las cosas- dijo Darío a Sofía mientras observaba como Bianca y Daniel se sentaban justo en frente de ellos. -Estos si son novios ¿verdad?- le preguntó el chico a su amiga.-¿Eso responde tu pregunta? Ven, tienes razón, vamos con Andrea- dijo Sofía mientras Bianca y Daniel se besaban discretamente.

-¡Hola Andrea!- dijo Darío en cuanto llegaron a donde estaba su amiga. El silencio era incómodo, ninguno de los tres sabía que decir. -Bueno, ya basta- dijo el chico.-Sabemos que no reaccionamos de la mejor manera, pero ¿Vale la pena que estemos así?, vamos Andrea, perdónanos, te extrañamos en el apartamento, pero extrañamos aun más que no seas nuestra amiga.- Andrea bajó la cabeza, siempre se sonrojaba en ese tipo de pláticas. -Además, viene mi cumpleaños y quiero que estés ahí, sabes que nuestra amistad no es como cualquiera, sabes que Te Quiero Mucho.-le dijo Sofía a su amiga.-Esta bien tontos, ya no vale la pena estar así, yo también los quiero- dijo Andrea abrazando a sus dos amigos.

Por primera vez en lo que iba del Semestre Sofía y Darío llegaron temprano al curso de fotografía, tanto, que aun no abrían el estudio. Los chicos se sentaron en una banquita que estaba al lado de la puerta. Darío sacó su libreta y contempló por un momento la fotografía pegada en su cuaderno, aun no podía olvidar a Isabella.

Isabella apareció por el pasillo, así que el chico cerró efusivamente el cuaderno y lo dejó en la banca. -¡Darío! ¡Qué bueno encontrarte Aquí! De verdad perdóname, fue un contratiempo, si quería ir, lo prometo- dijo la chica intentándose excusar por lo ocurrido el domingo.-No te preocupes, de verdad, no hay problema, ahora si no te molesta, voy a mi clase, ¡Nos Vemos!- contestó Darío mientras entraba al estudio que ya estaba abierto.

El chico no sabía de donde había tomado valor para decirle eso a Isabella, lo único que sabíaera que por mucho que le doliera, era lo mejor. Y antes de que pudiera pensar otra cosa ahí estaba, esperándolo, Corina. -Hola Darío, no me llamaste- dijo la chica en un tono seco. -Lo siento, es que preferí hablar contigo en persona.- Darío no sabía si estaba bien lo que estaba por hacer, pero se arriesgó.

-Quiero que sepas que contigo están pasando cosas, y cosas fuertes, me encantas y no dudaría por nada en salir contigo. Pero hay alguien en mi corazón, se llama Isabella y se que no hay ni habrá nada con ella, pero no puedo dejar de pensar en ella, y quiero hacerlo, porque te quiero y porque no quiero que te vayas, y porque me encantó besarte y porque no puedo estar enamorado de una persona que jamás me ha dado el más mínimo motivo para estarlo y no se si debía decírtelo, pero no podía intentar algo contigo si mi mente seguía con ella- el chico tendía a hablar muy rápido cuando estaba nervioso, y está era una de esas ocasiones. -Darío cálmate, entiendo perfectamente y no creas que eres el único que tiene problemas, así como tu tienes a Isabella, yo tengo a Mauro, mi ex-novio, quiero olvidarlo y ya no lo amo, pero estuvimos tanto tiempor juntos, y a mi mamá le agrada tanto, que es imposible no encontrarlo una tarde en mi casa, y si, yo también siento cosas por ti, pero tampoco puedes recuperarte de una relación tan larga de un día para otro, así que en ese caso, los dos hemos hablado con la verdad y creo que es lo mejor.- dijo Corina en voz baja puesto que la clase ya había empezado.

-Creí que era el único que tenía ese tipo de dilemas en la faz de la Tierra- dijo Darío. -Ya ves que no- le respondió dulcemente Corina. -Entonces... ¿Quisieras... Quisieras... estar junto a mi... y luchar contra esos fantasmas que se empeñan por quedarse en nuestro corazón?- Darío pregunto a la chica, le preguntó de corazón, teniendo miedo de la respuesta. -Darío, contigo eso va a ser mucho más fácil de lo que creemos. Si, quiero estar junto a tí, y luchar contra eso y más- después de decir esto Corina besó suavemente a Darío y en ese mismo instante, las luces del estudio se encendieron y sus compañeros comenzaron a burlarse de ellos.

Cuando Sofía y Darío regresaron al Apartamento Flora y Andrea estaban platicando en la sala. -¡Andrea!- gritó Darío al abrir la puerta. Los dos chicos se unieron a la plática y Darío comenzó a platicar.-Pues creo que oficialmente Corina es mi novia, y por cierto creo que debo arrancar algo de mi cuaderno si es que quiero olvidar a Isabella.- El chico comenzó a buscar desesperadamente en su mochila, bajó a buscar al automóvil de Sofía y por más que buscó y buscó no encontró su libreta con la fotografía. -¡No puede Ser, perdí mi libreta con mi foto y la de Isabella!- dijo Darío a las chicas cuando se dio por vencido después de tanto buscar.

El cumpleaños de Sofía estaba cerca, seguido de el de Darío que era justo dos días después; pero ahora los dos amigos tenían problemas; aunque Sofía tendría una celebración que nunca hubiera imaginado, no podía ni quería continuar con Héctor. Para Darío, la noticia de tener una relación con Corina lo hacía inmensamente feliz, a la vez, los nervios lo invadían ya que había perdido al evidencia de su amor hacia Isabella... Esperen pronto el capítulo 16...


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