lunes, agosto 16, 2010

...Una Foto... Capítulo 18: Por Siempremente

Darío abrió la ventana de su habitación. La Mañana sonreía al Despertar, la melodía de las aves al cantar hizo al chico suspirar. A pesar de ser un nublado octubre los colores brillaban más; era digno de disfrutar. El chico pensó que sería de su vida después de la universidad que pronto él y sus amigas terminarían; pero no se preocubaba, no temía por el futuro; disfrutaba el hoy, sería un día perfecto, no habría defecto.



El chico llegó a la universidad y encontró a su novia Corina, justo como habían acordado, la chica lucía natural, pero bella, como siempre. -Feliz Primer Mes- dijo el chico mientras el entregaba una rosa. Acto seguido el chico preparó su cámara. -Señorita, ¿Puede ser mi Musa esta mañana?- la chica sonrió y dijo dulcemente. -Me encantaría, aunque debo confesarle señor fotógrafo, que no suelo sonreír ante las cámaras- El chico ya estaba fotografiándola. -Eso no será mayor problema- Darío continuó fotografiándola por un buen rato. Para el  chico era un momento magnífico, conectarse con su novia a otro nivel, unir su pasión a la fotografía con el inmenso amor hacia Corina. Una fotografía tras otra, todas mostraban lo mismo, después de mucho tiempo buscando, Darío por fin había encontrado a su Musa.

-Es hora de irme a clases, pero no lo olvides, pasaré por ti a las ocho en punto, hasta entonces, recuerda que te amo- dijo el chico tomando sus cosas y dirigiéndose a su salón de clases. Corina estaba bastante nerviosa, sabía que era muy pronto para sentir lo que estaba sintiendo; un mes, hace tan solo un mes había encontrado por casualidad a Darío, y ahora la chica por fin había olvidado a su ex-novio Mauro. Con Darío había sucedido exactamente lo mismo, constantemente encontraba a Isabella en los pasillos de la universidad, sin embargo el chico sólo la saludaba de lejos de vez en cuando.

Por fin el reloj del buró de Corina dio las ocho, como toda mujer, la chica aun no había terminado de arreglarse. Se asomó por la ventana y observó como Darío bajaba del auto de Sofía, llamó inmediatamente a su novio.-Cielo, por favor no entres a la casa, salgo en un momento, mi mamá aun no tolera la idea de que Mauro y yo... Bueno, ya sabes, dame un minuto. Te Amo- la chica aun no le había dicho a su madre que tenía una relación con Darío puesto que Mauro se había ganado el cariño y aprobación absoluta de la familia. Con unos pantalones de mezclilla, una pulcra camisa blanca, zapatillas, collares y el hermoso cabello suelto Corina saludó a su novio. -Hola Amor, gracias por comprender, feliz primer mes- dijo la chica mientras sacaba de su bolsa un álbum de fotos. -Quiero que este álbum lo llenemos con todas nuestras fotografías, con nuestra historia- dijo la chica. Darío abrió el álbum, en la primera hoja estaba la fotografía que se había tomdo con su novia el día del cumpleaños de sofía; su primera foto juntos, como novios.

-Muchas Gracias Corina, es magnífico- dijo el chico y besó dulcemente a su novia. -Sofía me prestó su auto, será más fácil que lleguemos a nuestro destino´, sin embargo tenemos que regresar temprano, será mejor que nos apresuremos- después de decir esto el chico abrió la puerta y ayudó a subir a Corina. Comenzó a conducir hacia un rumbo que la chica desconocía. -¿ A dónde vamos?- preguntó Corina sabiendo que sería difícil que Darío le responiera. - No te preocupes, te llevaré a un lugar muy especial, es a las orillas de la ciudad, es lo punico que te diré. Confía en mi- le respondió el chico al tiempo que daba unas palmaditas en la pierna de la chica.

Después de 40 minutos de conducir el chico detuvo el auto, se encontraban en la carretera, sacó de la cajuela una mochila y una linterna. -Tendremos que caminar un poco, el auto no llega hasta donde vamos- para Corina fue bastante difícil caminar con tacones y entre pasto y rocas, pero Darío la asistió en todo momento. -Creo que debí haberte dicho que trajeras zapatos más cómodos, resiste, falta muy poco- dijo el chico disculpándose.

-Llegamos- dijo el chico tomando a su novia de la mano. No era para nada lo que Corina se había imaginado. A pesar de estar a escasos metros de la carretera, el mundo parecía haber desaparecido, se encontraban en medio de árboles,hierba, piedras y tierra. Había una pequeña muralla de piedras que dividía el lugar donde estaban del oscuro y profundo bosque. -Se que no es lo que esperabas- dijo el chico -pero este lugar es mágico, mira la vista- la chica no se había percatado de la hermosa vista. Desde ese lugar podía verse la ciudad entera. La muralla, el sonido del viento y los miles de diminutos foquitos eran lo único que acompañaban a la pareja.

-Descubrí este lugar un día que tenía que tomar una fotografía de la ciudad, creo que es fantástico, quería compartirlo contigo, porque quiero que este sitio sea tan mio como tuyo, quiero que sea nuestro lugar- dijo Darío mientras sacaba de la mochila un par  de velas, una botella de vino y su cámara fotográfica. Corina miraba enternecida a su novio, por un momento creyó que su Darío había organizado la peor celebración de "Primer Mes de Novios" en el mundo, pero al escucharlo cambio por completo su percepción de las cosas.

-Me Encanta, es lo mejor que me pudiste haber regalado.Darío te Amo, amo como día con día me haces descubrir lo simple que es ser feliz, amo disfrutar los aromas y los sabores junto a tí, amo que en tan poco tiempo hayas entrado en lo más profundo de mi corazón, amo como perfectamente hiciste el día de hoy. Darío te Amo- el chico volteó a ver a su novia y la tomó de las manos.

-Corina, yo jamás había creído en las almas gemelas y cuando te conocí comprobé que estaba en un error, agradezco al cielo estar contigo, estar tan cerca de tu corazón, cada día contigo es un regalo sorprendente, eres mi mejor mitad, tienes ese algo que te hace diferente y cuando estás conmigo, hasta de mí me olvido y lo único que quiero es estar contigo por Siempremente.- dijo el Darío desde lo más profundo de su corazón.





-¿Por Siempremente? ¿Eso Existe?- preguntó Corina contrariada. -No lo sé, sólo se que Por Siempremente quiero estar contigo y que yo también te amo- respondió el chico y se acercó al rostro de Corina, como siempre, era perfecto ver sus ojos, rozar sus labios, oler su perfume. Hubo un beso, seguido de otro, otro y otro más...

-¿Sabes?- dijo Darío mientras servía el vino. -Dime Cielo- le respondió Corina. - Soy tan feliz que mi felicidad irradia como la luz de la ciudad, y tu Corina, eres la electricidad que hace que eso sea posible, eres mi motor, Mi Musa- diciendo esto el chico entregó la copa de vino a su novia.

Platicaron por un par de horas, tomaron fotografías del bello lugar, de ellos y de ellos en el bello lugar. Se amaban, pero se amaban mirándose, besándose, acariciándose, abrazándose. Las velas estaban por consumirse y la noche comenzó a enfriar. La pareja se encontraba recostada en una cobija que Darío había tendido en el piso, el chico miró su reloj y vio que pasaba de la media noche. Sacó de su bolsillo una cajita y volteó a ver a Corina. -Te traje esto, es un anillo de compromiso, pero antes de que lo aceptes quiero que me escuches bien, al decir que es un anillo de compromiso no estoy buscando que nos casemos en dos meses; es más ni en mis planes está casarme, este anillo es para sellar un compromiso diferente. Yo Darío me comprometo a amarte, a recordarte y a estar contigo Por Siempremente, quiero que sepas que pase lo que pase siempre serás mi alma gemela.- mientras decía estas palabras el chico puso el anillo en uno de los dedos de Corina. La chica se asustó cuando escuchó las palabras "Anillo de Compromiso", sin embargo, Darío la sorprendió de nuevo, y cuando terminó de escuchar al chico se convenció de que el también era su alma gemela. -Darío, acepto tu compromiso, comprometiéndome yo también a Amarte, recordarte y estar contigo Por Siempremente.- el corazón de Corina habló una vez más y la pareja se besó apasionadamente.

-Es Hora de irnos- dijo Darío unos minutos después. Entre los dos recogieron  las cosas, el chico tomó a Corina de la mano y ayudó a su novia a caminar por el irregular terreno. Subieron al auto aun tomados de la mano. Llegaron a casa de Corina y se despidieron en la puerta. -Gracias por este primer mes, espero sean muchísimos como este. Te Amo- dijo la chica besando dulcemente a Darío.

El chico tomó camino hacia el apartamento no sin antes mandar un mensaje de texto a sus amigas Sofía y Andrea. El mensaje podía leerse:

"Todo salió perfecto, mejor de lo que esperaba. Voy camino al Apartamento. Les aseguro que fue la mejor noche de mi vida."

Todo el camino de regreso el chico pensó en Corina, en su perfume, su cabello, sus labios, sus besos, sus manos, su voz, su peculiar risita. Ignoraba lo que pasaría mañana, dentro de cinco meses o dentro de diez años. Lo único que sabía es que él y Corina estarían juntos Por Siempremente... Esperen Pronto el Capítulo 19...

NOTA: Mi inspiración y guía para este capítulo fue simplemente una canción del mismo nombre [+]

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