jueves, agosto 19, 2010

...Una Foto... Capítulo 20: Algo Viene

El fin de semestre se acercaba una vez más, parecía increíble que otra vez habían pasado casi seis meses; los proyectos finales agobiaban la mente de los estudiantes y para Sofía, Andrea y Darío además de la presión escolar, había incertidumbre, miedo y a la vez emoción por la tan añorada graduación.

A pesar de que Flora ya no vivía con los chicos en el apartamento, Darío y Sofía no tenían prisa por encontrar nuevo inquilino, usarían el dinero que Flora les había pagado por adelantado en caso de que no consiguieran quien ocupara la habitación.

-Los conseguí- dijo Darío llegando una tarde al apartamento -Dos Boletos para ver a "Los Hermanos del Rock" en primera fila, Corina no lo podrá creer- dijo el chico mientras enseñaba los boletos a su amiga Sofía. -Que bueno que los pudiste conseguir- la chica parecía distrída. -¿Qué pasa Sofía?- preguntó su amigo. -Nada, simplemente me acordé de Fausto, me pregunto porque no pude olvidarlo con Héctor así como tu olvidaste a Isabella con Corina- después de  decir esto la chica decidió concentrarse en su tarea. Un par de minutos después su amigo habló.-No sé ni como responderte, puedo creer que Héctor no era el indicado, pero estoy seguro que pronto llegará alguien a tu vida que te ayude a olvidar a Fausto; de todas maneras, pronto dejarás de verlo y eso ayudará.-

Cuando Corina se enteró que su novio había conseguido los boletos para el concierto no le importó que el estudio fotográfico del taller estuviera a oscuras y se abalanzó a los brazos del chico.-No puedo creer que los hayas conseguido, Eres increíble- y diciendo esto, sin importar que todos estuvieran viéndolos Corina besó a Darío como no lo había hecho jamás, sin prisa pero sin calma, no tan dulce, no tan fogoso, el chico mordió el labio de su novia y la tomó por la cintura. Sus compañeros del taller, incluida Sofía, tomaron las cámaras y capturaron ese bello instante. 

-No puedo creer que en pleno noviembre haga este calor- dijo Darío a la mañana siguiente mientras se quitaba su chamarra. Sus amigas se encontraban en la misma banquita de siempre. -Lo sé, lleva varios días así, dicen que cuando hace mucho calor es porque algo se acerca...- dijo Flora hablando con seriedad. -¿Algo cómo que? Yo sólo pienso que falta que caiga una gran tormenta invernal para que el frío regrese- respondió Darío mientras se sentaba en la banquita. -Por cierto, Jonás me dijo que le gustaría vivir con nosotros, me dijo que comentaría a su padre acerca de rentar la habitación, creo que ya tenemos nuevo inquilino.- les contó el chico a sus amigas. -Eso está perfecto, podremos devolverte tu dinero Flora.- dijo Sofía dirigiéndose a la chica. -No te preocupes Sofía, ya les dije que por el dinero no hay problema.- le contestó su amiga gentilmente. -Chicos, nos vemos después, Flora y yo tenemos clase, vamos Flora, no quiero llegar tarde-  Andrea y Flora se levantaron de la banquita y fueron a su clase. -Yo también tengo que irme a clase, pero esperaré un poco más- dijo Sofía a Darío. -Yo veré a Corina en la cafetería, mañana no la podré ver y quiero disfrutarla hoy lo más que pueda- el chico sonaba muy entusiasmado, más que de costumbre. -¿ Y por qué no podrás verla mañana? - le preguntó su amiga mientras tomaba su mochila.-Irá a una excursión a un museo de arquitectura barroco o algo así, su maestra de arquitectura está loca- respondió Darío a su amiga, quien se despidió de su amigo y se dirigió a su clase.

-Me encanto el beso de ayer- dijo Darío al oido de Corina. La pareja estaba sentada en una mesita en el exterior de la cafetería.-Fue como siempre- contestó la chica. -Fue como nunca- dijo el chico y besó a su novia en la mejilla.-Corina, no me cansaré jamás de decirte todo lo que siento por ti. Corina, quiero... quiero estar junto a tí, quiero sentir tu cuerpo, quiero unir tu alma con la mía, quiero que seas mi mujer, quiero amarte en todos los aspectos.- la chica se extrañó al escuchar a  Darío decir esas palabras.- Darío jamás he estado con nadie, te amo como no te imaginas, creo que yo también quiero estar contigo, pero hoy no hablemos de eso, hoy no por favor, te prometó que lo pensaré y en cuanto tome una decisión te lo diré- dijo la chica esperando que su novio entendiera. -No te preocupes Corina, entiendo y esperaré el tiempo que sea necesario, no te presiones y piensa bien lo que tengas que pensar- respondió Darío mientras acariciaba la sueva mejilla de Corina. -Gracias Darío, Te Amo- y con un beso, sellaron esa conversación.

Esa noche Darío tuvo pesadillas, veía a su familia correr angustiadamente, a sus amigas sufriendo, se soñaba a sí mismo en el concierto de "Los Hermanos del Rock" pero no veía a Corina. Despertó agitadamente un par de veces. No fue una buena noche para Darío.

Era la mañana del 12 de Noviembre. Darío sentía suelo a causa de sus pesadillas. Mandó un mensaje de texto a Corina:

"Suerte en tu Aburrido Paseo a ese aburrido museo.Te Amo"

Y así el chico comenzó a vestirse para ir a la universidad. El calor era más fuerte que el día anterior. El chico no vistió suéter, ni bufanda, ni abrigo. No hacía falta, toda la gente estaba asándose. Darío subió al tren en camino a la universidad, el vagón estaba hirviendo, a pesar de la ventilación el chico sentía asfixiarse.

Sofía ya se encontraba en la universidad, tomando clases, su salón de clases estaba ubicado en el último piso de uno de los edicios más altos de la institución, dibujaba una figura abstracta mientras fingía poner atención a su profesor.

Andrea aun estaba en su casa, hacía su maleta para la clase de baile, desayunaría con su familia y posteriormente iría a la universidad. Veía la televisión, aun tenía tiempo y no le gustaba presionarse.

Eran las 10:42 de la mañana y sucedió. Algo que ni Darío, ni Sofía, ni Andrea esperaban. Algo que ni el mismísimo presidente hubiera podido evitar.

Darío justo bajaba del tren, en el andén la gente comenzó a correr sin dirección, desesperados asustados, nerviosos. El chico tardó en comprender lo que sucedía, cuando se percató de lo que estaba pasando fue demasiado tarde, un hombre lo empujó con tanta fuerza que lo derribó y tiró al piso. El chico comenzó a ser pateado, golpeado y pisoteado.

Sofía soltó su lápiz y escuchó las alarmas, observó las lámparas del salón de clase, y sin pensarlo se puso de pie, corrió a la puerta y se dirigió a las escaleras. Tenía que salir del edificio a como diera lugar, los pasillos y escaleras estaban abarrotados, todos gritaban, corrían e incluso lloraban.

Andrea sintió un leve mareo, no le puso atención y siguió empacando, miró a la televisión y escuchó con atención lo que los conductores estaban diciendo, la escenografía se movía, Andrea tomó su teléfono móvil y corrió al patio de su casa donde ya se encontraban sus padres y su hermana.

Corina visitaba una de las primeras salas del museo, el edificio era viejo y como su nombre lo decía barroco, observaba los acabados, las decoraciones, la iluminación, esuchaba la interesante explicación del guía. El candelabro que colgaba del techo comenzó a moverse de un lado a otro. Todos comenzaron a gritar. Las paredes crujían ferozmente, las ventantas comenzaron a estrellarse. La chica entró en pánico, no sabía hacía donde ir, corrió a la puerta que se encontraba al otro lado de la gran sala, el techo comenzó a desmoronarse...

Eran las 10:42 de la mañana del 12 de Noviembre, un sismo de 7.7 Grados acababa de sacudir a la ciudad entera. Fueron los 87 segundos más horribles que la ciudad haya vivido en mucho tiempo. 87 segundos que a muchos les costaría la vida, o la de sus seres queridos...

-En mi casa no pasó nada, no logro escucharte bien, no pude comunicarme con Darío- dijo Andrea a su amiga Sofía por teléfono. Habían pasado ya dos horas del horrible incidente, los teléfonos móviles aun servían, pero la red parecía estar saturada, era excesivamente difícil comunicarse, en algunas zonas no había luz ni teléfono, muchos edificios resistieron el terremoto; sin embargo algunos edificios antiguos no habían soportado el impacto.

Sofía llegó al apartamento, su amigo no estaba ahí, como pudo siguió la ruta que usaba su amigo para diriigirse a la universidad, y ahí estaba, en el andén del tren, inconsciente. Trataba de comunicarse con la familia de Darío, con Andrea, con quien fuera que la pudiera ayudar. Sonaban miles de sirenas de ambulancias, muy distantes y a la vez muy cercanas. Intentó despertar a su amigo, sin lograr nada, corrió a buscar ayuda.

Cuando comenzaba a anochecer los servicios comenzaban a reestablecerse, era un poco más sencillo comunicarse por teléfono móvil, el radio y la televisión podían sintonizarse sin problema. Sofía había conseguido llevar a su amigo a una clínica, los padres de Darío ya se encontraban ahí. El chico despertó a las 8:23 de la noche, tenía algunos moretones y raspones, pero se encontraba bien. Sus padres lo abrazaron fuertemente. -Todos estamos bien, sabes que nunca pasa nada en casa, los temblores no se sienten- dijo su madre a Darío con lágrimas en los ojos. -Tengo que contactar a Corina- dijo el chico buscando en sus bolsillos su teléfono móvil. -La universidad resultó ílesa, no te preocupes, estoy segura que está bien- dijo Sofía a su amigo. -No estaba en la universidad- contestó Darío a su amiga.-¡Oh! lo olvidé, bueno vámonos de aquí, y busquemos como localizarla, cálmate, estará bien ya lo verás- alentó Sofía a su amigo. Estaban por salir de la clínica cuando Darío puso atención al televisor, se detuvo al creer escuchar la palabra "Barroco"...

El boletín informativo de la televisión daba una lista de los edificios que resultaron afectados y de los edificios que se derrumbaron. Por un momento Darío dejó de escuchar los lamentos de la gente, los apurados pasos de las enfermeraas y doctores, las sirenas de las ambulancias y al mismo presentador de noticias. Solo tenía atención para lo que sus ojos leían. "Museo de Arquitectura Barroco: Sin Sobrevivientes". El chico se derrumbó e hincado, a mitad de la clínica gritó y comenzó a llorar amargamente.

Algo Viene, y se acerca cada día más, debemos disfrutar cada simple e irrelevante hecho de nuestras vidas, porque no sabemos si mañana estaremos para hacerlo...Esperen Pronto el Capítulo 21...




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