miércoles, diciembre 15, 2010

Memorias de Portarretrato: Moto, baile, bar, doctor. Conociendo a los Personajes Parte I

...El ruido del motor de una motocicleta al encenderse; los primeros tintes de la noche; el enmarañado y largo cabello de Miguel sobresaliendo de el casco. El chico se dirigía a ensayar con sus amigos, su pasión era tocar la batería, lo hacía muy bien, aunque sus padres se quejaban constantemente de el estridente ruido que provocaba en su habitación. Miguel era un chico atrevido, seguro de si mismo, un tanto ácido, con una personalidad peculiar y una constante maña de decir lo que pensaba sin un mínimo toque de tacto, arriesgado, mujeriego, apasionado y eufórico, fiestero y muy sociable. A sus 21 años Miguel aun no decidía que sería de su vida, y no le importaba saberlo, de momento era feliz y si de una cosa estaba seguro es que no quería continuar con la labor de la empresa de sus padres, siempre decía que él no estaba hecho para los trabajos de ropa formal y oficina, por ello actualmente trabajaba en un cine cerca de su casa. Físicamente era idéntico a su hermana gemela Carolina, ambos tenían un exagerado parecido con su padre, excepto por el cabello, ondulado como el de su madre. Ahí estaba Miguel, escuchando rock a todo volumen en sus audífonos, con el aire golpeando su rostro y volando su cabello, pensando en que tal vez, sólo tal vez, su destino era ser baterista y nunca estudiar una carrera universitaria...

...Aurora caminaba molesta, enojada. Cruzaba rápidamente la avenida que justo un par de minutos antes había cruzado Miguel en su motocicleta. La chica iba de regreso a su casa después de haber audicionado para ganar un lugar en la Academia de Baile más importante de la ciudad, la academia "Les Folies Danseur". Apenas hace unos minutos la chica había bailado espectacularmente frente a los profesores que elegían a los alumnos de la academia. Aurora era excesivamente segura de si misma, engreída pero noble, era muy consentida por sus padres y siempre conseguía lo que quería. Tenía una figura escultural puesto que bailaba desde pequeña. El baile era todo para ella, era su vida. Su corte de cabello a la altura de la barbilla la hacía ver sensual e interesante, era seductora si quería u obstinada y orgullosa dependiendo el caso. Amigable, pero elitista, sociable pero selectiva, así era Aurora; quien a diferencia de su madre no sentía ni una pizca de nervios al estar frente al escenario. Al terminar su rutina frente a los profesores se sintió satisfecha. Sin embargo no fue suficiente, no había conseguido un lugar en la academia; estaba horrorizada, puesto que creía que era un hecho que estudiaría baile en "Les Folies Danseur". Cuando todos los aspirantes partieron un profesor de la mesa de evaluadores se acercó a Aurora y le dijo: -Tienes potencial, estoy seguro que con una cuota de recuperación te podríamos buscar un lugar- Acto seguido el profesor dio a Aurora un pequeño papel con una exorbitante cifra monetaria escrita. Aurora se sorprendió y enfureció más, tomó su maleta y salió de la Academia. Minutos después recibió una llamada de su mejor amiga...
Aquel día, el bar favorito de Greta estaba repleto, a pesar de apenas haber cumplido la mayoría de edad la chica lo conocía de pies a cabeza y asistía muy frecuentemente. Greta era una chica muy alta, delgada y morena, atractiva y a la moda. No obstante, era una chica distraída, fácil de influenciar, ingenua y manejable, excesivamente extrovertida, divertida, fiestera y sociable. Aquel día en el bar ya había bebido bastante, llevaba tacones muy altos y le costaba mantenerse en pie, aun así bailaba sensualmente con un chico que acababa de conocer. De momento Greta miró su reloj, eran las ocho menos diez, eso quería decir que su mejor amiga había salido de tan importante audición. Como pudo salió de el bar y se dispuso a llamar a su mejor amiga deseando recibir buenas noticias. Al ver la pantalla de su móvil se percató de varias llamadas perdidas de su hermano mayor...

En la facultad de medicina de la universidad más importante de la ciudad estudiaba Alberto. Era un chico ejemplar, el orgullo de sus padres, culto e inteligente, ordenado, tranquilo y estudioso; estaba por convertirse en Médico con calificaciones honorables, era bien parecido y elegante. Tenía muchos proyectos y planes de vida. Físicamente también tenía percha de doctor, alto, delgado, siempre peinado perfectamente, usaba gafas y siempre se le veía pulcro. A pesar de sus múltiples ocupaciones escolares siempre tenía tiempo para convivir con sus amigos, con su familia y con Carolina, su novia. Aquel día, al llegar a casa encontró a su padre sumamente enojado ya que desconocía el paradero de Greta, quien no había sido vista desde la mañana. Alberto intentó encontrar desesperadamente a su hermana menor llamándole varías veces a su teléfono móvil...

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