martes, diciembre 28, 2010

Memorias de Portarretrato... Capítulo 1: El fotógrafo, la Diseñadora y la Cantante.‏

...Una Foto... Captura de un momento, congelado, estático, listo para ayudarnos a recordar, a vivir nuevamente, a reflexionar...Detrás de una foto hay muchas más cosas que sonrisas fingidas y congeladas, algo mucho más que gestos nobles y espontáneos algo más que herméticos abrazos y rostros acomodados... Detrás de una foto hay memorias... 
El portarretrato, impecable artefacto que sostiene, decora y protege fotografías. Pero. un portarretrato no guarda sólo un trozo de papel impreso; el portarretrato, es un incesante guerrero que estará ahí, a pesar del tiempo y el espacio, siempre de pie, custodiando todas las memorias que Una Foto guarda...

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Dieciocho años. Un gran salto en el tiempo. Los niños son jóvenes, los jóvenes son adultos, los adultos son ancianos. La vida cambia día con día, y en dieciocho años ha cambiado de manera impresionante.



EL FOTÓGRAFO

Darío sostenía entre sus manos un gran portarretratos. Era una foto de su boda con Eva. Lucían muy elegantes, Ricardo sonreía mostrando un hueco en lugar de un diente, Leonel miraba a la cámara siendo apenas un bebé. Habían pasado diez años de su boda, cuatro de su separación. Ahora Ricardo estaba por cumplir dieciocho años, Leonel tenía catorce. La familia de Darío era apenas la sombra de la familia que aparecía en esa fotografía.

Tenía apenas un par de días que sus hijos se habían marchado a Milán, después de tomar unas vacaciones con su padre, quien desde que se había separado de Eva regresó a su ciudad natal.

Unos días antes de que sus hijos se marcharan, mientras Darío lavaba los platos, Ricardo entró a la Cocina. -Papá pronto cumpliré dieciocho años- dijo Ricardo con cierto tono de miedo y vergüenza. -Lo sé, por fin podrás decidir cuando visitarme y cuando no, créeme se que viajar desde Milán hasta aquí es agotador- dijo Darío a su hijo con tono comprensivo. -De eso es de lo que precisamente quiero hablarte... Papá... Yo... Yo Quisiera venir a vivir contigo en cuanto sea mayor de edad- dijo Ricardo esperando que la respuesta fuera mejor de lo que realmente esperaba. - Ricardo, hemos hablado de eso, desde que tu madre y yo nos separamos tu te convertiste en el hombre de la casa, tu madre necesita mucho tu apoyo, debes cuidar de ella y de tu hermano. -Pero papá, ya sabes que yo siempre hubiera preferido vivir contigo ¿No te gustaría que viviéramos juntos?- dijo Ricardo casi implorando.

Darío secó sus manos y tomó al chico de los hombros. -Ricardo, pronto te convertirás en un hombre, pronto podrás tomar tus decisiones,  me encantaría que vivieras conmigo, pero me sentiría plenamente orgulloso de ti si haces lo correcto- dijo Darío mientras abrazaba fuertemente a su hijo.

Durante las vacaciones Ricardo no volvió a tocar el tema, sabía que su padre tenía razón, pero por un momento imaginó que Darío y él vivían juntos, de verdad añoraba que eso sucediera. 

Cuando Darío llevó a sus hijos al aeropuerto abrazó fuertemente a Leonel, quien con un simple "Nos vemos luego" se despidió de su padre. Ricarco tomó a su padre por el hombro. -Gracias papá- dijo el chico mientraz abrazaba a su padre. -Sabes que me fascina que vengan, no tienes que agradecer- dijo Darío. -No es eso papá, si te agradezco es por enseñarme a tomar siempre las decisiones correctas. Te voy a extrañar- explicó Ricardo.

Los chicos se despidieron con la mano de su padre y entraron a la sala de abordar...



LA DISEÑADORA

En una de las principales zonas corporativas de la ciudad, se encontraba un alto edificio. En el séptimo piso de aquel edificio había una agencia de Publicidad e Imagen Pública que, a pesar de apenas tener 8 años en función, había adquirido alto renombre en el ámbito. En la oficina de la vicepresidencia había una repisa con un gran número de portarretratos, en una fotografía se podía ver una pareja en su boda, en otra se veía a la misma pareja con sus gemelos en el parque; en la fotografía más actual podía mirarse a la misma pareja con sus  gemelos, y otro par de hijos. Una familia numerosa y feliz. Sofía entró a la oficina y miró aquella fotografía, con la creación de la agencia, Sofía dejó los platos sucios, los pañales y los juguetes en el piso. Poco a poco dejó de ser una ama de casa para convertirse en una importante publicista. No por ello dejaba de amar a su familia, lo másimportante en su vida. Sin embargo, su pasión era la publicidad y quería trabajar en ello todo lo que fuera posible. Además Carolina, Miguel, Natalia y Maximiliano ya no eran unos niños, y pronto vivirían su vida.

En el escritorio de la oficina de Sofía había un sobre con un memorándum. Aquel documento hablaba de importantes cambios que tendría la empresa en los próximos meses, de entre los cuales destacaba la sucesión de Sofía a la presidencia de la compañía, ocupada por Franco, su esposo, quien decidió retirarse y disfrutar de su hogar y su familia. Sofía aceptó la decisión de su esposo, pero ella quería seguir trabajando, así, despues de algunos roces y discuciones, Franco decidió ceder el título de Presidente a Sofía.
Sofía estaba bastante nerviosa, en unos días se haría el anuncio oficial, ella ocuparía la presidencia, aun no sabía si era lo correcto, pero era una mujer de riesgos y aunque no se sentía preparada para asumir esa responsabilidas iba a aceptar dicha oportunidad. Agoviada de pensar tanto en dicha situación se marchó temprano a su hogar. 

La residencia era la misma desde hace tanto años, cada rincón guardaba un recuerdo, cada pared mostraba el fantasma de cada rayón de crayola hecho por cada uno de sus hijos. Quienes ahora casi ya no pasaban tiempo en casa. Sofía abrió la puerta, no había nadie en casa. Fue a su habitación y se quedó dormida profundamente.

-¡Mamá, Despierta !tengo algo que decirte antes de que todos lleguen- dijo Carolina moviendo suavemente a su madre para que despertara. Sofía despertó y se sentó sobre su cama. Carolina parecía bastante emocionada. -¿Qué sucede Carolina? ¿Está todo bien?- preguntó Sofía a su hija. -Si mamá solamente quería que fueras la primera en enterarte, Alberto me ha pedido matrimonio ¡Nos vamos a casar!- dijo Carolina con su rostro iluminado por una gran sonrisa. Sofía abrazó a su hija, sin embargo la noticia le había caído como balde de agua fría...

LA CANTANTE

A las afueras de la ciudad, justo donde comenzaba la inmensa carretera para salir de la misma, había una lujosa zona residencial en medio del bosque, donde vivían Andrea y Luis Alcázar, dos desaparecidos cantantes que ahora solamente se dedicaban a escribir hermosas melodías para los artistas de moda.

Andrea disfrutaba mucho poder trabajar desde casa, donde contaban con su propio estudio de grabación y
Luis amaba realmente poder compartir con su mujer la pasión que sentía por la música. En dicho estudio, decorado por el sello característico de Andrea, colgaban infinidad de cuadros y fotografías, portadas de álbumes, fotografías de cantantes, fotografías del espectáculo universitario donde Andrea y Luis trabajaron por primera vez juntos y una fotografía de una linda niña a los tres años con traje de bailarina...

La noche estaba en su esplendor, Andrea y Luis estaban preocupados por Aurora, aquel día la chica había audicionado para ingresar a la Academia de Baile más importante de la ciudad. Andrea había preparado una una especial cena para festejar, confiaba en que su hija sería admitida....



-Vamos Aurora, no estés triste, pronto encontraremos una escuela, ya lo verás- dijo Luis a su hija quien estaba muy desanimada, tanto Andrea como Luis no creían aun que la chica no había sido aceptada. -De hecho, hemos pensado, que podrías estudiar en la universidad donde nosotros estudiamos, las artes son muy valoradas en esa escuela- dijo Andrea mientras servía la cena a su hija, quien no decía ni una palabra. -¿Te gusta la idea?- preguntó su madre pasados unos minutos. Aurora suspiró. - Yo quiero estudiar en esa academia, es la mejor de la ciudad, no voy a desistir de mi sueño, y aun tengo una posibilidad, pagar una cuota de recuperación- dijo la chica decidida mostrándoles a sus padres aquel papel que le dio uno de los profesores de la Academia. -Aurora, es un vil soborno, además es muchísimo dinero, no podemos pagarlo, además no tendríamos porque hacerlo, tu tienes talento, pero podemos ir a visitar nuestra universidad, estoy seguro de que te encantará, tal vez cambies de opinión- dijo Luis mientras tomaba la mano de su hija. La chica quitó su mano. - No quiero ir a esa estúpida universidad, ¿qué no lo entienden?- dijo Aurora bastante enfadada, se levantó de la mesa y salió corriendo...

Luis estaba bastante molesto por la actitud de su hija, Andrea lo tomó del brazo y comenzó a acariciarle.       -No puedo creer que a pesar de todo seas tan comprensivo, eres un gran padre- dijo Andrea dulcemente.    -Sabes que amo a Andrea como si fuera mi hija- dijo Luis aun molesto. -Lo es Luis, Aurora es tu hija, y se que siempre buscarás lo mejor para ella- dijo Andrea besando la mejilla de su marido...

Dieciocho Años, un gran salto en el tiempo, que para las personas de más edad pasa en un abrir y cerrar de ojos...

Hace dieciocho años conocimos a un joven fotógrafo viendo nacer a su hijo; a una diseñadora que dejaba el trabajo para disfrutar a sus pequeños hijos y a una cantante quien juraba amor y respeto eterno frente a la playa. Ahora, dieciocho años después nos encontramos con familias rotas, nuevas decisiones y secretos intrigantes, que solo serían descubiertos con el paso del tiempo...

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