sábado, septiembre 11, 2010

...Una Foto... Capítulo 30: Siempre Habrá ...Una Foto...


Las inmensas ventanas no mostraban ni una luz encendida, parecía que los habitantes de esa casa dormían. Era la casa de Darío en Milán, hermosa, pequeña pero con un gran jardín; sencilla pero muy a su estilo. Por fuera todo parecía tranquilo, pacífico; pero dentro había una feroz batalla. -¿Estás seguro? ¿Me vas a dejar sola?- gritaba Eva; una Eva muy diferente a la que Darío conoció hace unos ocho años, una Eva que a pesar del tiempo seguía explotando fácilmente. -¡Ya te dije que sólo es por un par de días!- respondió Darío bastante irritado mientras caminaba hacia el estudio, Eva caminaba detrás de él. -No puede ser que después de tantos años siga siendo tan importante para ti- decía Eva mientras trataba de alcanzarlo. Darío cerró fuertemente la puerta del estudio, Eva gritaba del otro lado. -¡NO PUEDES VIVIR RECORDÁNDOLA POR SIEMPRE!- Había sido una fuerte discusión, como hacía mucho no la tenían. Encerrado en el estudio, acompañado solo por el silencio de la noche, estaba Darío. Tomó un álbum de fotos del librero y comenzó a hojearlo. En una foto aparecía su familia, fijó la mirada en sus pequeños sobrinos quienes ahora debían ser unos adolescentes. Una fotografía de la boda de Sofía ocupaba toda una página del álbum, los tres amigos sonreían y se abrazaban, Sofía irradiaba felicidad. Hace casi 5 años... 5 largos años. Después de mirar un par de fotografías mas Darío cerró el álbum y tomó otro mucho más pequeño, era el álbum que Corina le había regalado hace 8 años. Darío lo abrió y observó una a una las fotos: en el apartamento, el lugar a la orilla de la carretera, el estudio fotográfico de la universidad. A diferencia del otro álbum, éste tenía muchas hojas en blanco, al final del álbum habían cartas jamás leídas por la chica y un par de boletos para un concierto de "Los Hermanos del Rock" al que nunca asistieron. Darío miró por varios minutos todos y cada uno de los recuerdos que aquel álbum albergaba, lo cerró de golpe y se sentó frente a la computadora, escribió un correo electrónico a sus amigas Sofía y Andrea. Al tiempo que escribía, hizo una llamada telefónica...

Sofía se despidió de Franco con un tierno beso. -Te veo a la hora de la comida- dijo Franco antes de desaparecer de la nueva oficina de Sofía. Eran una pareja muy estable, después de 5 años Franco seguía siendo tan detallista como siempre. Un par de años después de su matrimonio, Sofía dejó de trabajar, y ahora, pasados 3 años, volvía a su pasión: La publicidad. Tomó una caja y comenzó a desempacar los objetos y adornos que hace años no veía. Habían muchas cosas, pisapapeles, carpetas, reconocimientos y un sobre con fotografías. Tomó el sobre entre sus manos, sabía lo que podía encontrar. Sacó una a una las fotos que estaban dentro. La primera en aparecer, fue la foto que Héctor le había dado en su cumpleaños. Sofía leyó lo que aparecía detrás de la foto, esperaba que Héctor fuera feliz estuviera donde estuviera. Después, apareció el trozo de fotografía que le había dado Fausto aquella noche. Esa fotografía era especial. Sofía la miró por varios minutos, aun recordaba esa fiesta de fin de semestre, recordaba también aquella especial noche que había pasado en casa del chico. Eran momentos inolvidables. Poco a poco fue mirando las fotografías, la mayoría, de su época universitaria. Por un momento deseó haber regresado el tiempo, evitar que Fausto se fuera, buscarlo, saber de él y porque no, haber podido sentir sus labios una vez más. Por su cabeza pasó la idea de tan solo volver a verlo, era emocionante. Habían pasado un par de horas, había terminado de acomodar sus pertenencias, seguía pensando en Fausto, se dio cuenta que su amigo Darío le había enviado un correo electrónico lo leyó detenidamente, entró en confusión, su amigo la había hecho pensar muchas cosas. Alguien tocó a su puerta. Era Franco. -Amor te traje una sorpresa- dijo Franco poniendo en el escritorio de Sofía un bello portarretratos con una foto aun más bella. Eran Sofía y Franco, en el parque, sonreían, se abrazaban; en sus piernas estaban Carolina y Miguel, sus hijos; idénticos y a la vez diferentes, como dos gotas de agua. Sofía miró un momento la fotografía. Fausto desapareció de su mente, ya no era importante. Ahora solo su familia estaba en sus pensamientos, ahora era lo único importante. Abrazó y besó fuertemente a Franco y dijo. -Gracias-.

Andrea estaba en su camerino; la función estaba por comenzar, a pesar de eso estaba bastante agotada llevaba varios días molesta, agotada, incómoda. No tomaba vacaciones desde ese tranquilo año que había vivido en la playa. -Cinco Minutos Andrea- dijo la directora de escena asomándose por la puerta. Este musical era sumamente exitoso, Andrea por fin había conseguido el papel protagónico, llevaba cuatro largos años haciendo el mismo personaje todas las noches; le encantaba su trabajo, pero los extensos viajes y el poco tiempo de descanso comenzabana  agobiarla. Estaba preparada para la función de esa noche, no sentía nervios, conocía la rutina perfectamente, decidió revisar su correo electrónico desde su teléfono móvil para matar el tiempo. Leyó el mensaje que su amigo Darío le había enviado, se conmovió casi hasta las lágrimas. En el mismo teléfono móvil comenzó a mirar algunas fotografías; con sus padres, con sus amigos, con el elenco del musical, con Luis. A pesar del tiempo se seguía preguntando que había sucedido con Luis. Siguió viendo las fotos; en las más recientes aparecía Ignacio de la Parra, el famoso futbolista y su actual novio, a quien no había visto desde hace algunas semanas a causa de los constates viajes de ambos. Pensó un momento en Ignacio, en Luis, en lo diferentes que eran.    -Andrea, es hora- dijo la directora de escena desde la puerta. Andrea dejó su teléfono móvil y se dirigió al escenario.

El correo electrónico que Darío había enviado había movido muchos sentimientos en los tres amigos. Y generaría inimaginables cambios en la vida de Darío, Sofía y Andrea. Dicho correo decía:

"Les escribo desde la oscuridad de el estudio, acabo de discutir fuertemente con Eva, no quiere que viaje a visitar los restos de Corina como lo hago todos los años. Hasta hace unos minutos no comprendía la razón de su enojo, pero ahora, todo es más claro. Acabo de ver el álbum que Corina me regaló, las fotografías que alberga son hermosas, es inevitable extrañarla, pero lo he pensado; han pasado ocho años; mi vida es otra, hay una mujer a mi lado, pronto nacerá Ricardo,  tengo todo lo que merezco para ser feliz. Se que Corina está detrás de esto, la amo y la recordaré Por Siempremente, se que ella puso a Eva en mi camino...

...Una Foto... ¿Cuántas cosas nos mueve una foto, no esa así?... Hoy, una simple foto besando a Corina me hizo entenderlo todo, cancelaré el viaje, no debo enviarle flores, ella estará en mi corazón.

Sofía, se que eres feliz, se que tienes algo que jamás hubieras imaginado. Los gemelos cambiaron tu vida, no hay bendición más grande que un hijo, Franco es un gran hombre y estoy seguro que te ama y te procura como siempre lo ha hecho. Por otra parte estoy seguro que de vez en cuando piensas en Fausto, se que aunque siempre lo negaste, alguna vez lo amaste; puedo pensar que te ha costado olvidarlo tanto como a mi me ha costado olvidar a Corina. De una u otra manera ellos ya no están, debemos dejarlos atrás,  recordarlos como lo que fueron, un amor de universidad.

Andrea, estoy realmente contento, espero pronto traigan el musical a Italia, me encantaría escucharte cantar, tiene mucho que no lo hago. Espero las cosas con Ignacio de la Parra vayan bien; honestamente nunca he aprobado tus relaciones con cantantes, actores, deportistas o todo lo que tenga que ver con el entretenimiento, pero espero que estás muy contenta.  

Chicas, una foto nos transporta al pasado, nos hace revivir momentos, nos hace tomar decisiones. Hoy elegí quedarme con mi presente, mi amor por Corina fue hermoso, pero no puedo seguir cargando con él. Ahora Eva y mi hijo necesitan mi compañía, mi apoyo y mi amor. Espero ustedes también elijan, no les estoy diciendo que cierren su pasado; busquemos nuestra felicidad, se que está por ahí en algún rinconcito esperándonos, tal vez ya está aqui, en lo que vivimos día con día, tal vez está plasmada en una fotografía y debemos dar vuelta atrás para recuperarla.

Las Quiero y Extraño muchísimo,  extraño esas pláticas en el apartamento, extraño sus risas, extraño sus abrazos; pero para eso tengo mis fotos. Siempre estarán conmigo...

Basta de tanto sentimentalismo, espero vengan en un para de meses a conocer a su sobrino Ricardo.

Sofía: Saluda a Franco de mi parte y dale un beso a los gemelos, diles que su tío Darío los quiere mucho.
Andrea: Éxito en el musical y espero las cosas prosperen con el futbolista ese...

Un Beso, Darío."

Terminando de escribir a sus amigas Darío salió del estudio, subió a su habitación; Eva fingia estar dormida. De la mesita de noche tomó el ultrasonido de su bebé, Darío no podía esperar más para conocerlo; besó la imagen y se acostó en la cama. -Acabo de cancelar el viaje, me quedaré contigo y con Ricardo. Los Amo- dijo Darío mientras abrazaba a Eva y ponía los sus manos en el vientre de su mujer. Eva volteó inmediatamente, besó a Darío y le dijo. -También te amo-.

Sofía abrió nuevamente el sobre, sacó el pedazo de foto que Fausto le había regalado. Lo miró por un momento y recordo nuevamente al chico, galante, arrogante, engreído, con esa sonrisa en su rostro. Apreto fuertemente su mano arrugando por completo la foto. La tiró en el cesto de basura. Corrió a la oficina de Franco y abrió la puerta sin tocar. -Franco, vamos a la casa, quiero ver a los niños, creo que aun no estoy lista para trabajar dijo So´fía muy nerviosa. Franco abrazó a su esposa, tomó las llaves del auto y se marcharon a su casa. Cuando llegaron los niños estaban en el jardín, jugando con su abuela. Sofía corrió hacía ellos, los abrazó y besó hasta cansarse. -Los extrañé mucho- dijo efusivamente. -Aun no estoy lista para dejarlos- completó Sofía. Franco se acercó junto a su epsosa abrazaron a sus hijos.

La función del musical terminó, Andrea se abrigó y salió de su camerino. Estaba realmente agotada, un taxi la esperaba a la salida del teatro para llevarla al hotel, pero antes debía atender a la multitud de prensa que esperaba su salida.  Andrea salió rápidamente, inmediatamente la recibieron gritos, empujones, preguntas, chismes, grabadoras, cámaras y flashes que hacían borrosa su vista. Estaba por comenzar a dar una entrevista cuando, entre tanta gente,  reconoció al hombre que estaba de el otro lado de la avenida. Era Luis. Andrea no hizo caso a los reporteros, menos a los elementos de seguridad, corrió entre la gente, trataba de abrirse camino, los reporteros no entendían lo que sucedía. La chica alcanzó a Luis. Por un momento se miraron, no se escuchaban los autos, no se movían las personas, la avenida estaba congelada. Se abrazaron fuertemente, se besaron sin importar lo que sucedería después...

TRES MESES DESPUÉS

Darío estaba en la sala de parto, las manos le temblaban horrible, no era muy bueno filmando, en unos minutos Eva daría a luz a Ricardo, el hijo de la pareja. Darío tomó la mano de Eva. -Tu puedes, Te Amo- dijo después de besar la mano de su amada. Pronto se escucharon lo llantos del pequeño, Darío soltó la cámara, lloraba de emoción, acababa de vivir el momento más feliz de su vida.

Sofía preparaba el desayuno en el jardín, sus padres y su hermano irían a desayunar esa mañana. Todo estaba hermoso, Pronto toda la familia se encontró sentada en la mesa. Sofía irradiaba de felicidad, disfrutaba a sus hijos al 100%. -Todo estuvo delicioso Sofía- dijo su padre mientras subía a sus piernas a Carolina. La mayor parte de la mañana la pasaron platicando, riendo, recordando momentos de la infancia de Sófía. -Familia tengo algo que decirles-- dijo Sofía en esa bella mañana. Todos la miraban, sospechaban lo que iba a salir de su boca, pero nadie quería arruinar la sorpresa. - Franco, vamos a ser papás- dijo Sofía con cara de sorpresa e incertidumbre. Todos se quedaron callados por un momento, después rieron, se abrazaron y gritaron de emoción.

Después de los escándalos y chismes por la supuesta infidelidad a Ignacio de la Parra; Andrea decidió renunciar al musical y alejarse del mundo de el teatro, las cámaras, los chismes y el entretenimiento. Todo sucedió muy rápido y precipitado, pero en total secreto. Las olas del mar y el radiante sol eran su única compañía. En un improvisado pero hermoso altar se encontraba el sacerdote. Andrea con un sencillo pero hermoso vestido blanco tomaba de las manos a Luis quien vestía un ligero traje color arena. La ceremonia fue breve y solemne. La pareja se besó dulcemente. -No podía dejar que te fueras- dijo Andrea abrazando fuertemente a su ahora esposo. -Nunca lo hice- dijo Luis besando el hombro de su mujer.

Y después de tantos años por fin logramos responder...

¿Qué pasa con estos tres amigos que no logran conseguir una pareja?

Así estaba escrito...

¿Acaso se enamoraron de la persona incorrecta?

Más de lo que debían...

¿Existen de verdad los amores Imposibles?

Depende de cuanto estés dispuesto a luchar por él...

¿Qué tanto pueden Influir una fotografía en la vida de una persona? 
 
Como no se lo imaginan...
 
Los seres humanos somos alegres, románticos, cambiantes, indecisos, inconformes, inconscientes, efusivos, pasionales, seductores, sinceros, mentirosos, bromistas, melancólicos, tiernos, dulces, amargos, nostálgicos, fríos, amorosos... Y sobre todo somos testarudos y olvidadizos. Lo bueno de esto, es que para recordar todo lo que fuimos, todo lo que hicimos, todos los lugares que visitamos y todo lo que vivimos siempre habrá ...Una Foto...
 
 
 
 
 
FIN.

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