sábado, julio 24, 2010

...Una Foto... Capítulo 8: Ensayo General, la Noche de Andrea.

Es ley, cuando queremos que el tiempo pase despacio, las manecillas del reloj avanzan exageradamente rápido y en cambio, cuando deseamos que todo suceda rápidamente, el tiempo se empeña en caminar lentamente...

La primera semana de clases había cumplido esa ley; Andrea llevaba ya varias noches sin dormir, no podía creer que en ta poco tiempo su sueño de presentarse frente a un gran escenario se vería cumplido. Llegó el jueves, día en el cual se llevaría a cabo el ensayo general del gran concierto.

Darío y Sofía desayunaron juntos, Andrea ya habia salido rumbo a la universidad; últimamente los tres amigos se habían distanciado por varias circunstancias, la mas importante, el concierto.
-De verdad estás mal, no entiendo como te inscribirás a ese taller solo porque estará Isabella; además no tiene nada que ver con tu carrera, Foto Publicitaria es el que más te conviene; yo ya me decidí por ese y tu deberías hacer lo mismo- dijo Sofía a su amigo mientras bebía su taza de café,
-Se que estoy mal, y que mi decisión no es coherente pero sabes que haría todo por estar con ella aunque sea como compañeros- contestó su amigo intentando justificarse.

El día fue bastante tranquilo, en la universidad todos los profesores y alumnos tenían puesta su atención en el concierto; por lo mismo Darío y Sofía aun no se habían inscrito a los talleres; cuando Darío se dirigía a inscribirse observó en un pasillo a Isabella quien platicaba amenamente con un chico; al pasar frente a ellos intentó acercarse a saludar a Isabella, sin embargo la chica únicamente prestó atención a la plática ignorando todo lo demás; esto provocó los celos irrazonables del chico, los cuales lo obligaron a tomar una decisión apresurada...

 -Entonces, quedas inscrito en el taller; debes presentare el martes en el estudio fotográfico no.-1- dijo la directora de Darío mientras le entregaba la papeleta de inscripción al chico quien al pasar por el pasillo ignoró totalmente a Isabella...

Al terminar las clases, Darío se encontró con Sofía en la puerta del auditorio, el ensayo general tendría lugar en 10 minutos y los amigos querían tener aunque sea una probadita del espectáculo; con un fracaso inminente los chicos regresaron al apartamento. En el camino Darío le contó a Sofía sobre lo sucedido con Isabella y le mostró su papeleta, donde se leía "Curso: Fotografía Publicitaria"; así los amigos asistirían juntos al taller.

Mientras, en el auditorio el ensayo comenzaba. Luces, telón, pruebas de sonido, cambios de vestuario, escenografía, cantantes, bailarines...

-¡Bianca! Otra vez perdiste el paso, ¿Qué pasa contigo!?- dijo el coreógrafo corrigiendo nuevamente a la chica - deja ya de pensar en tu novio niña, ¡concentrate!- aumentó en tono de broma.
La chica volteó con cara de pocos amigos y murmuró entre dientes: -Si pienso en el es muy mi problema-.

Andrea subía por primera vez al escenario, Luis la sorprendió con un beso y le dijo: -Estarás espectacular, tengo una sorpresa para ti esta noche, te veo al final del ensayo, no lo olvides-.

Después de mucha tensión, el director del concierto quedó contento con los resultados y el ensayo terminó.
Cuando Andrea entró al camerino a cambiarse se encontró a Bianca, quien hablaba por teléfono. Andrea alcanzó a escuchar frases de la conversación telefónica como "que lindo" , "eres muy amable" y "que romántico". Sin embargo no puso atención, guardó sus cosas y se dirigió a donde Luis.

Una rebelde lluvia caía, Andrea subió al auto de Luis y se besaron tiernamente; el coche comenzó a avanzar y la curiosidad de la chica moría por saber que estaba pasando, así que buscaba cualquier oportunidad para obtener información acerca de la "sorpresa" obteniendo siempre respuesta negativa - Casi llegamos, no seas impaciente- dijo Luis.

Unos minutos después llegaron a la casa del chico, Andrea la identificó puesto que hace unos meses, el día de la fiesta de fin de semestre, había acompañado a Luis a cambiarse la empapada ropa. Y ahí estaba, ahora Luis y ella eran novios, estaba bastante nerviosa y temerosa por lo que la noche y Luis le tenían preparado.

Luis tomó a la chica del brazo, cubrió sus ojos con una venda y la dirigió a la puerta - Has estado bastante nerviosa por el concierto, espero te guste lo que preparé para ti esta noche- dijo Luis mientras abría la puerta y descubría los ojos de la chica.

La estancia estaba discretamente decorada con lámparas a media luz, había arreglos florales por todas partes, olía delicioso... En el sofá había una guitarra, en la mesa de centro habían copas y una botella.

-Se que no te gusta el vino- dijo Luis- pero no creo que nos caigan mal unas copas de jugo de uva-.


Andrea no podía creer lo que estaba viviendo, todos los detalles finamente cuidados, hasta había comprado jugo de uva para ella. Sentía pavor, pensaba en lo que estaba sucediendo y lo que podría suceder, estaba estupefacta...

Como por arte de magia, una Andrea que ni ella misma conocía emergió y esta nueva Andrea se dejó llevar por la romántica atmósfera sin pensar en las inseguridades, los miedos, las consecuencias y la culpabilidad...

Luis tomó las copas ya servidas, le dio una a Andrea y brindó:
- Por tí, por darle a mi vida sentido, por darle a mis canciones inspiración, por llenar mi corazón no solo de música sino de amor, gracias Andrea- hubo un golpe de copas, un trago y un beso...

La chica levantó su copa: - Por tí Luis, por demostrarme que el amor platónico puede ser real, por aparecer en mi vida, por ayudarme a descubrir que puedo ser y hacer lo que yo quiera con simplemente soñar firmemente en ello, ... Te Amo... - las copas chocaron nuevamente.

Luis tomó su guitarra entonó una canción especialmente dedicada a Andrea, la cual, conmovió a la chica casi al borde de las lágrimas.

-Tan mal canté?- dijo Luis bromeando - además de la canción tengo algo para ti- de su bolsillo sacó una cajita, la abrió y tomó una pulsera que reposaba en ella. - Gracias por ser definitivamente inesperada en mi vida, con este obsequio solo quiero decirte, que desde que te conocí mis canciones tienen dueña; esta pulsera es la muestra que desde hoy, tu eres mi inspiración-

Andrea estaba derretida con tanto romanticismo, creía que había saltado a una película romántica y que esa no era su vida...

El tiempo pasó volando mientras los enamorados platicaban. Era bastante tarde y Andrea decidió que era hora de irse: -Creo que es algo tarde, debemos dormir bien, mañana será un día pesado- Dijo la chica mientras se ponía de pie. A la vez Luis se levantó también, la tomó de las manos y le dijo: - Por favor, no te vayas, quédate esta noche conmigo- a Andrea se le cayó el mundo encima, no podía dar crédito a lo que había escuchado, no sabe ni como ni porque, pero después de unos eternos segundos de silencio dijo: -Esta Bien-.

Dulcemente se abrazaron, se besaron y acariciaron sus rostros. Los besos y caricias siguieron, comenzaron a ser más apasionados, más efusivos y no por eso menos romanticos.

Andrea quería parar, pero su cuerpo no respondía, era como si ella no lo controlara, su cuerpo quería hacerlo... Sus manos se entrelazaron, sus labios juntos y temblorosos seguían besándose, Andrea se recostó en el sofá y Luis le susurró al oído: - Te Amo, lo supe desde la primera vez que te escuché cantar, eres la mujer de mi vida-.

Sublime... Andrea jamás había sentido lo que sentía por Luis, ella creía haber descubierto lo que era el amor, se acababa de entregar en cuerpo y alma al hombre que amaba, se sentía plena y correspondida y ahora dormía a su lado, sentía su respirar en la piel, seguía sintiendo miedo y la culpabilidad comenzó a invadirla, pero en eso pensaría después, ahora disfrutaba la noche más bella de su vida, que por desgracia cumpliría también la ley del tiempo y pasaría increíblemente rápido... Esperen pronto el capítulo 9...

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